Entrevista a Gastón Borges y Ramiro Pallares sobre La Carnicerí
Compañía de Teatro La Carnicerì “la violencia representada de un modo cómico no deja de ser violencia” (Gastón Borges) Dentro de las propuestas que se pueden ver en nuestros escenarios las de la compañía La Carnicerì resultan particularmente relevantes. La cantante (estrenada en 2013 y repuesta el año pasado), escrita y dirigida por Gastón Borges es de esos espectáculos fronterizos que caminan entre las búsquedas de nuevos lenguajes y personajes reconocibles, entre la “vanguardia” y la parodia, entre lo rupturista y lo popular. Con el autor de La cantante y con el actor Ramiro Pallares, integrantes de La Carnicerì, conversamos sobre la compañía y sobre algunos aspectos de sus espectáculos. Si uno entra al blog de La Carnicerì puede leer: “La Carnicerì surge en mayo de 2010 con la finalidad de generar un espacio de experimentación escénica que le permitiera a la compañía el hallazgo de un lenguaje personal”. Sobre las razones para la búsqueda de un lenguaje propio nos dice Borges: “La razón es encontrar un lugar en que nuestra producción sea reconocible a través de una forma”, y Pallares agrega: “Esa búsqueda del lenguaje o de la identidad, que es algo que no pretende ser cerrado ni estático, se da fundamentalmente a través de la actuación, que es lo que nos une en un primer momento en la búsqueda, trabajar desde la actuación y desde un lenguaje actoral potente que lleve a un resultado que sea reconocible. Me parece también que en esa búsqueda del lenguaje, y en esa búsqueda acerca de qué hablar sí tiene mucha importancia la dramaturgia de Gastón porque en los dos espectáculos que hicimos la dramaturgia fue de él, hay un proyecto que todavía no se empezó pero que también está planteado con dramaturgia de Gastón y en el otro proyecto que estamos empezando ahora, que no es de dramaturgia de Gastón, sí hay una intención de mirar sobre la gente de acá, que era algo que vos mencionabas que veías en nuestro trabajo, que me parece que estuvo en La cantante, que estuvo muy claramente en Mugre también y que sigue estando en los dos proyectos que están ahí como naciendo” En La cantante se conjugan muchos elementos: parodia, realismo, juegos de memoria, pliegos ficcionales que se invierten ¿Cómo surge eso? Gastón: La obra escrita es diferente al resultado que se ve, yo escribí una obra que tenía ciertos lugares comunes de cuando uno trata de representar la memoria, había un personaje central en la dramaturgia que recordaba, entonces aparecían espacios en que se representaba el recuerdo, después volvía a la realidad, volvía al recuerdo... así lo escribí. Cuando llegó el momento de dirigirla me di cuenta que no quería hacer eso, y empezamos un trabajo de investigación sobre el texto. Lo que hice fue borrar los personajes y dejar todo un texto que no tenía referencias sobre quien hablaba, y eso generó una confusión total al principio, en los primeros meses nadie sabía en qué iba a terminar eso, yo tampoco (risas) y terminó en este enfrentamiento entre dos partes de la obra, con un quiebre en la mitad, hacer un pliegue y contraponer la primera parte a la segunda, eso nació del trabajo en los ensayos. La primera parte tiene un lenguaje actoral paródico, tomamos la telenovela como texto para generar una parodia y después contraponerlo a una realidad, y de esa contraposición empezaron a surgir sentidos y cosas que mucho control en realidad no tuvimos. Es una obra como que tiene mucho firulete, como gambeteadas, que tiene muchas cosas que te dice y que tiene posibles interpretaciones, pero que también son cabos sueltos, que quedan ahí y vos los podés conectar por allá con esto, con lo otro.... Ramiro: Que también fue algo que nos pasó en Mugre (estrenada en 2010), que a medida que las fuimos haciendo fuimos encontrándole más sentidos, cosas que cerraron, o cosas que de una temporada a la otra se modificaron o se ajustaron porque se vio el potencial que tenían, eso estuvo bueno porque fueron espectáculos que fueron creciendo en el hacer. La cantante empieza por lo paródico y termina con lo dramático realista, lo que genera un clima extraño en la platea, como a la inversa de lo esperable. Ramiro: Bueno, mucha gente nos señalaba que eso estaba mal, “¡Qué bajón como termina! “¡Qué horrible!”. Y hubo en algún momento discusión respecto a eso y Gastón siempre fue firme y me parece que está perfecto de que esa era la propuesta, y era parte de la ruptura también, y me parece que también es parte del juego de buscar otras formas, de romper con lo preestablecido. Gastón: Y ser conscientes que la violencia representada de un modo cómico no deja de ser violencia, a veces las formas de representación engañan y plantean una acción que puede ser violenta, despreciable o lo que sea pero como es presentada de un modo cómico o paródico pasa. Lo que fundamentalmente cuestiona esta obra son los modos de representación, es eso. Ramiro: Hay juegos actorales distintos que generan efectos totalmente distintos en el espectador, se ríen cuando un personaje le pega a otro en la parte paródica y sienten rechazo cuando le pega en la parte realista, y en realidad es el mismo personaje pegándole al mismo personaje nada más que en dos estilos diferentes. Gastón: Por otro lado yo cuando pensaba en la obra me decía “yo prefiero hacer una obra que se sienta a que se entienda” que mucha gente cuando no entiende se enoja, dice “está mal hecho”, “no se entiende y me enojo porque no entendí nada”. Es una obra que requiere un público que vaya más que a entender a sentir lo que sucede. Y está la discusión entre lo popular y lo que no es popular... A veces se piensa que hacer una obra popular es hacer una obra fácil, para que todos entiendan, y nosotros no elegimos ese camino, me parece que La cantante no deja de ser popular porque sea una obra de múltiples interpretaciones. Tienen un par de proyectos por delante, uno es Complejo Miramar. Gastón: Complejo Miramar vendría a ser como una precuela de Mugre, es como una especie de versión de Antígona, pero llevada a la comedia o al drama satírico, son tres personajes, Antígona, Ismena y Creonte, que son los personajes fundamentales de Antígona, y vinculado eso a Miramar Misiones, en el ambiente de fútbol, mi idea es hacerla en una cantina tipo club social y deportivo, es la idea y no te voy a contar más (risas). Ramiro: Y el año pasado empezamos un proceso de investigación colectiva con la idea de hacer un material que provenga más que nada de la dramaturgia de los actores, y estamos en esa etapa de fermentación de material y la idea es seguirla en este semestre y según como se vayan dando los tiempos para fin de año, con suerte, tratar de tener un montaje. Si bien la dramaturgia va por otro lugar porque sería la primera vez que no es un material de Gastón también está esa premisa de arranque de hablar sobre el acá, sobre el nosotros, la diferencia quizá está más en pensarnos en un nivel más generacional, gente de 30 años, como algo más cercano a nosotros, que no es algo que esté muy presente en el discurso teatral, o no lo vemos nosotros al menos.