El consumo de bienes aumenta día a día en nuestras ciudades latinoamericanas, generando un importante volumen de desperdicios.  La basura no se degrada lo suficientemente rápido y los sistemas de recolección de basura no logran controlar los desperdicios que se acumulan en la vía pública.  El espacio público en general está saturado de basura, de consumo que no logra degradarse a tiempo, y se acumula en Mugre.  La basura con la que convivimos diariamente se transforma  en material de uso, deja de ser desperdicio para transformarse en material aprovechable.  La basura se inserta en la cultura.  Mugre.  La basura se convierte en cultura.

Mugre transita varias historias simultáneamente a través de 3 personajes que monologan en escena, girando en torno a un conflicto central: la marginación. 

Los monólogos de esos 3 personajes se fracturan, se yuxtaponen, se superponen, se reiteran y se funden.  Son personajes liminares, caminando cada uno en su borde, apartados entre sí, y rehusándose a quien cayó al otro lado del margen.

Frente a un caso de marginación que los involucra a todos: se evaden, se excusan poniendo por delante su propia marginación, su condición de sujeto liminar, su propia fragilidad y así hasta la muerte.

Mugre se mueve en los límites de la comedia y el drama, entre el buen gusto y lo kitsch, entre la Obra y el Show.  Mugre revuelve entre nuestra propia experiencia de forma de sacar toda la mugre que llevamos dentro.